Una Escapada Corta por Nueva York

Una Escapada Corta por Nueva York

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Todavía recuerdo mi primera visita a Nueva York. Con “La Gran Manzana” tuve un amor a primera vista. Me deslumbró y cuándo me preguntan sobre la impresión que me causó, la resumo en una palabra: alucinante. Las luces centelleantes por doquier, el ruido incesante y la muchedumbre fueron algunos de los elementos de esa ciudad que todavía conservo en mi memoria. Pero también la “Capital del Mundo” me cautivó desde ese primer momento por todos sus encantos.

Me gustó su dimensión multicultural. ¡Nunca había escuchado hablar tantos idiomas diferentes a la vez! Pero también tenía como un imán que me hacía sentir como en casa: se habla español, ¡y mucho! Esa sensación que me dio esa primera visita se repite, y a mis amigos también les pasa.

No es casualidad. Aunque hay millones de personas de todos los países del mundo, nuestra gente también está allí más representada que en ningún otro lugar, desde hace muchos años. Por eso una visita a esta ciudad es una excelente oportunidad para un reencuentro con nuestras raíces, volver a comer un platillo de nuestros países, y ¿por qué no? para echar un paso de baile al son de nuestros ritmos contagiosos, como la salsa, vallenato, bachata o merengue.

Pero en la medida que se han repetido mis visitas, son también oportunidades para tener un reencuentro con nuestra historia. Todavía me emociona ver cómo de un vistazo entre las grandes atracciones de Nueva York surgen nombres de lugares que son una visita obligada no solo para los hispanos, sino para todo el que tiene interés en nuestra cultura. En esa lista se incluyen nombres imperdibles como la Sociedad Hispana Americana, un museo (gratuito) que plasma gran parte de la historia hispanoamericana incluyendo el arte y cultura de países de Latinoamérica, así como de España y Portugal.

Otro lugar que se ha ganado un sitial de respeto por la extensa muestra de arte y cultura latina es el Museo del Barrio, con una colección permanente de más de 6,000 obras de arte de Latinoamérica y el Caribe, única en Estados Unidos. Impresiona ver cómo artistas latinos han dejado sus huellas en el mundo, y qué mejor que Nueva York para mostrarlo a sus millones de visitantes.

Pero la ciudad también gusta porque presenta la otra dimensión cultural hispana. Esa conexión que buscamos y que no se encuentra tan abundante en algún otro lugar fuera de nuestros países, se da en sus calles, en cada esquina, en las tiendas en que encontramos de nuevo un acento argentino, chileno, venezolano, mexicano, cubano, puertorriqueño o dominicano, entre otras tantas de nuestras nacionalidades. Comer tostones, arroz con habichuelas, un ajiaco, un sancocho, un taco o un churrasco en algunas de las fondas (algunas de ellas familiares, como las que dejaste en tu pueblo), dejará satisfecho no solo tu paladar sino también tu alma, mientras también aprovechas tu visita para dar una vuelta por los símbolos de la ciudad.

Hay muchas otras atracciones que tampoco te querrás perder. Y para eso, tienes que evaluar cuáles son tus intereses porque la ciudad puede ser abrumadora e intimidante, sobre todo si estás en una escapada corta. Hay unos lugares clásicos que son considerados como los que no puedes dejar de ver. La Estatua de la Libertad, la Estación Grand Central, el edificio del Empire State, el Parque Central, el Centro Rockefeller, el Barrio Chino, la Biblioteca Pública y los grandes museos, entre ellos el Museo Americano de Historia Natural y el Museo de Arte Moderno (MoMA) están entre los más populares entre los visitantes.

A esto hay que sumarle ver una obra de Broadway, algo que todo amante del teatro debe hacer al menos una vez en la vida. En la famosa calle de teatros, a los nombres clásicos que ya son como una tradición para ir a ver, como “El Rey León”, “Chicago” y “El Fantasma de la Opera”, se le han sumado nombres hispanos reconocidos por nosotros, haciendo de la visita a Broadway no solo algo memorable para quienes lo visitan, sino un apoyo para nuestros artistas hispanos. Por esas salas de teatro han desfilado nombres de la talla de la puertorriqueña Rita Moreno; la producción basada en la comunidad Washington Heights y más recientemente el también boricua Ricky Martin, en “Evita”, todos dejando sus huellas en la historia del teatro musical más importante del mundo. Por eso cuando vayas, no dejes de mirar qué hay en cartelera para que tú también te sientas parte de esa historia.

Eso sí, no olvides que para conocer la ciudad, hay que caminarla. Déjate deslumbrar con las famosas vidrieras de sus tiendas, entre ellas las de elegante Quinta Avenida, cobijarte por la sombra de sus altísimos rascacielos y ríete cuando veas que como en las películas, la gente pasa por tu lado rápidamente sin detenerse. ¡Y disfruta de las noches! Después de todo, sus luces nunca se apagan, porque Nueva York es “La Ciudad que Nunca Duerme”.

-Raisa Rivas

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